La tactilofilia

La tactilofilia

Existe en psicología dos sufijos que suelen confundirse: fobia y filia. Al referirnos a una fobia, resulta bastante evidente que hablamos de algo que crea rechazo, como es el caso de la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados), la aracnofobia (miedo a los insectos) y numerosos otros casos.

Al hablar de filia, hablamos de atracción. Por ejemplo, la colombofilia, qué es la atracción por las palomas o la zoofilia, que, de nuevo es la atracción por los animales en general. Frecuentemente, la terminación filia se suele asociar con alguna desviación, trastorno u obsesión sexual, como las parafilias o la pedofilia, entre otras.

Sin embargo, al hablar de tactilofilia, nos referimos a la necesidad de tocar. Por ejemplo, una persona que pasea por una tienda y tiene la necesidad de tocar todas las prendas, o al caminar próximo a una pared siente la necesidad de ir tocándola. 

Esta costumbre también se denomina haptomanía: háptico, se refiere al canal táctil y manía, se refiere a la afición o costumbre. Por regla general no suele ser objeto de atención psicológica, puesto que la frecuencia en que se presenta es baja. Sin embargo, en algunos cuadros complejos y trastornos psicológicos como el trastorno obsesivo compulsivo, la tactilofilia suele ser uno de los síntomas.

A nivel psicológico se considera un trastorno del control de los impulsos, como la ludopatía (adicción por los juegos), la cleptomanía (necesidad de robar o apropiarse de cosas que no son nuestras) Y otros más. 

Esta costumbre puede estar presente en dos tipos de personas distintas: personas inquietas, que tienen la necesidad de tener las manos ocupadas, de sentir objetos, y que satisfacen esta necesidad tocando aquello que se encuentra a su alcance. Por otro lado, es más frecuente en niños o personas algo inmaduras, que siguen teniendo la necesidad de tocar objetos como lo hacen los niños pequeños.

En ocasiones, las personas que presentan tactilofilia no son plenamente conscientes de su costumbre. Pero, si alguien se lo hace ver, refieren cierto nivel de incapacidad para controlarlo. Y, sí lo intentan, puede acabar dándose un aumento de la ansiedad. Sin embargo, no es algo que deba de alarmarnos, puesto que frecuentemente ante la incapacidad de llevar a cabo cualquier conducta, impuesto externamente, empezaremos a sentirnos frustrados, inquietos, agobiados, en definitiva, ansiosos.

Pero, si la persona que presenta tactilifilia tiene el deseo de controlarlo y no lo consigue, debería acudir a un profesional de la salud mental, un psicólogo o psiquiatra, para poder abordar su dificultad

Categories :

Somos un centro multidisciplinar, integrado por psicólogos, pedagogos, logopedas y profesores. Ofrecemos soluciones a los menores, con dificultades familiares, personales y educativas, y a sus familias en Marbella.

Categorías

Donde Estamos

Dirección:Plaza Juan de la Rosa, 6 29601 Marbella (Málaga) Telefonos: 620 188 038 | 952 771 367
Abrir chat
1
Hola. ¿Te ayudamos?
Mándanos tus preguntas y te responderemos a la mayor brevedad posible