Respecto a la Semana Santa, muchas personas se van a reencontrar estos días. Abrazos, besos, saludos emocionantes… Pero ¿Estamos todos preparados para esos rencuentros efusivos?
Que la situación ha mejorado respecto al año pasado es verdad. Pero seguimos con “incidencia acumulada” y “presión hospitalaria” como mantras diarios. Eso significa que, aunque podemos relajar un poco nuestros hábitos, quedar, vernos, comer, etc. no podemos bajar la guardia.
Y tras estos años de pandemia, no todos avanzamos al mismo ritmo. Son muchas las personas que viven aún el COVID con miedo, que no quieren salir de sus casas, que se agobian al pensar en centros comerciales o calles abarrotadas, que no soportan estar en reuniones o que, sencillamente no quieren besos o abrazos.
Su salud mental así lo precisa. Y aunque otros puedan no entenderlo, es imprescindible respetar cada punto de vista. Por eso, ofrecemos algunos sencillos consejos para integrar a todas las personas:
- El punto de partida es entender que la pandemia nos ha afectada a cada uno de forma personal: cada uno tuvo sus circunstancias, buenas o malas y cada uno tiene su forma propia e individual de vivir.
- No te lances a dar besos y abrazos: no todas las personas quieren aún el contacto físico y se sienten mal si otros les expresan el cariño de esa manera. Para evitar forzar a los demás, lo mejor es preguntar, y aceptar su decisión
- En la misma línea, si visitas a alguna persona, pregunta antes de quitarte la mascarilla, y comprende que pueden no sentirse a gusto si lo haces directamente.
- Acepta que los demás no quieran quitarse la mascarilla, que busquen más distancia física o que rehúyan las multitudes. Tu libertad no debe vulnerar la de los demás.
- Fomenta la empatía: este mecanismo que poseemos nos ayuda a ver el punto de vista ajeno. La forma de comportarse de las personas se apoya en ideas, creencias y circunstancias personales. Tal vez alguien no quiera quedar para no exponerse a contagiarse porque cuida a una persona vulnerable o porque pude poner en peligro su trabajo. Tratar de entender a los demás y no juzgar te ayudará a mejorar las relaciones sociales.
- Si tu ritmo de vida se ha “normalizado”, entras, sales, acudes a tiendas o restaurantes, quedas con tus amistades, frecuentas discotecas, etc., los demás pueden ver en tus conductas peligro y no quieran relacionarse contigo. Cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida, por lo que la norma fundamental es respeto y aceptación.
La pandemia ha hecho mella en las personas, y el miedo perdurará mucho tiempo. Depende de todos lograr fomentar la seguridad y bienestar global