Actualmente sigue sin existir una verdadera “educación sexual adolescente”. Se aborda de soslayo en la asignatura de biología, abordando principalmente el tema de la reproducción. También se aborda mediante charlas. Estas tratan temas diversos, como el uso del material higiénico femenino (tampones, compresas…), el uso de los preservativos para evitar los embarazos no deseados y las ITS y el SIDA o la aceptación de la diversidad LGTBI+. El tema de la igualdad también se aborda, sobre todo desde la perspectiva de la violencia de género, lo que está formando una imagen distorsionada de las relaciones heterosexuales, culpabilizando al varón de la violencia, el abuso sexual y los malos tratos… Tras esta perspectiva se esconden movimientos reivindicativos y en ocasiones extremistas supuestamente a favor de la igualdad entre hombres y mujeres.
Pero temas centrales, como la autoestima, la auto-aceptación, las emociones etc. apenas se abordan. Además, siguen existiendo mucha disparidad entre centros escolares laicos y religiosos.
Los adolescentes han sido, son y serán siempre buscadores de sensaciones y trasgresores de las normas sociales. Pero en la actualidad cuentan con una potente herramienta: internet. Antes el acceso a la información sexual antes quedaba relegada al boca a boca, a cines X, revistas con contenido pornográfico o una escasa literatura. Actualmente, Internet les conecta entre ellos, y les abre un mundo de información. Pero lejos de ser una ventaja de información veraz y de calidad, se convierte en un prejuicio. Por ejemplo, la exposición pública en las redes sociales es inmensa. Y eso conlleva la aceptación de modelos conductuales o de apariencia física, que pueden no ser adecuados (delgadez extrema, desnudo público, conductas sexuales inadaptadas como el “juego del muelle”…)
El acceso a la violencia y a la pornografía se hace cada vez más pronto (a partir de los 8 años), lo que provoca de nuevo una imagen distorsionada de lo que la apariencia, las emociones, la sexualidad en general es. Esto provoca graves problemas emocionales. Además, las redes sociales son el caldo de cultivo de numerosos delitos, donde están el ciberacoso, pero también el sexting, la sextorsión, el pornrevenge y el grooming
La realidad es que los primeros contactos sexuales son cada vez más precoces: 13 años para relaciones sexuales no coitales, 15 para las relaciones sexuales completas.
Además, hay que sumar un efecto de reciente aparición y que llamo la prostitución Soft: jóvenes, de ambos sexos, que comparten contenido sexual personal en redes sociales (por ejemplo OnlyFans) a cambio de dinero. Estos jóvenes se convierten en referentes de otros más jóvenes.
Todo esto está provocando una gran confusión respecto a lo que es correcto o no en la sexualidad. Se está viendo un notable incremento en las parafilias. También provoca un problema relacionado con la propia imagen física-corporal y la identidad de género. Y todo ello a costa de la salud y el equilibrio mental.
Los jóvenes se sienten confusos, y no encuentran a nadie que les ofrezca una imagen veraz y sincera, ausente de mitos, tabús, y moralidades.