Las pruebas psicológicas – Parte 2

Varios conceptos fundamentales de las pruebas psicológicas:

• Baremo: el baremo es la medida de la prueba. Por ejemplo, no podemos pasar una prueba diseñada para niños con adultos o viceversa. Cada prueba está preparada para una población. Es muy importante que cada prueba se adaptar al país en que se va a pasar, puesto que los baremos son distintos de país en país. Dicho de otra forma, los baremos son unos valores que nos indican como se sitúa un sujeto concreto (al que le aplicamos la prueba) respecto a los demás sujetos de la población que se ha usado. Por ejemplo, este sujeto sería el primero, o estaría entre los 100 mejores. Se suelen usar medidas estadísticas como la media o la desviación típica, y los valores que se usan suelen ser los percentiles, las puntuaciones T, puntuaciones escalares… Estas se calculan por medio de complicados cálculos, gracias a matemáticos y estadistas. 

• Fiabilidad: Como acabamos de ver, se trabaja con muchos valores, medidas, variables… Imaginemos que pasamos una prueba hoy, y dentro de una semana. Si entre ambas pruebas existe mucha discrepancia, esa prueba tendría mucho error de cálculo, y por ello sería poco fiable. Se debe conocer el error que puede existir, y así se consiguen pruebas más fiables. Existen muchas formas de lograr pruebas muy fiables, como aplicar varias veces la misma prueba, pero también usando diversos grupos poblacionales, entre otras.

• Validez: Este es uno de los conceptos más complicados de explicar y también de cuantificar. ¿Qué pasaría si queremos medir la velocidad de lectura de un niño, pero la prueba no mide velocidad, sino exactitud? La prueba no sería válida. Dicho de otra manera, calculando la validez de una prueba, sabemos en qué medida una prueba mide verdaderamente lo que queremos medir. Esta sería la validez de constructo. Pero también debemos valorar la validez de contenido y de criterio. Estas las dejamos para más adelante.