La sociedad está cambiando, y la forma en que los padres y las madres se relacionan en las familias también ha cambiado.
Debemos defender un cambio en los prototipos de los roles paternales: las ideas tradicionales del padre autoritario e imagen del castigo, proveedor de alimentos y sustento de la economía domésticas, mientras que la madre es la principal cuidadora y sostén emocional de la familia.
La realidad actual es que padres y madres tratan de lograr una conciliación en tiempo y dinero respecto a la familia. Los padres muchas veces ya no pasan menos tiempo con los hijos que las madres. Las madres a su vez no son en exclusiva las que llevan el peso de la carga doméstica: ropa, alimentos, higiene, habiéndose logrado una implicación por parte de los padres.
Por todo eso, seguir identificando al padre y a la madre con sus respectivos roles es un error, debido a factores sociales y culturales.
En cambio, lo que sí debemos ofrecer en la familia es un espacio de equilibrio, estabilidad y seguridad. En algún momento papá puede ser el que imponga una directriz o un límite a sus hijos, pero en otro momento puede ser mamá. En esos casos, los padres deben hablar entre ellos para saber qué hacer: mostrar un frente común en relación a la conducta de los hijos o fomentar que uno mantenga la autoridad y el otro el sostén emocional. Y evidentemente no tiene porqué estar relacionado con el género, sino con el estilo educativo que los padres deseen seguir.
El objetivo de los padres, ahora y siempre, es lograr que sus hijos sean adultos seguros, con una adecuada autoestima y capaces de ofrecer el máximo de sus posibilidades a la sociedad. En esos objetivos no importa quien haga qué.
Además, el cambio de la estructura familiar actual, muchas veces monoparental, con terceras personas, etc. no permite ese juego clásico de roles, tan estanco e inflexible.
En el fondo, lo que los padres y las madres actuales deben pensar es en ofrecer las posibilidades de crecimiento y estabilidad, pero también un marco donde se ofrezcan las posibilidades adecuadas de cubrir todo el repertorio emocional, no sólo la alegría y el bienestar, sino la tristeza, el dolor, la rabia, la frustración… Si no se da esto, independiente de quien haga qué rol, los niños presentaran carencias difícilmente superables en la etapa de la adolescencia y la adulta.
Psicosol nace en Marzo de 2006 en Marbella como un Gabinete de Psicología para adultos. Pero pronto comprobamos que los más necesitados son los menores de edad.
La psicología en Psicosol tiene un papel fundamental. Sobre todo la que está orientada a los menores de edad y sus familias, es decir la psicología infantil y familiar. Psicosol es Centro Sanitario autorizado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía con NICA 31032.